CLAROSCUROS
José
Luis Ortega Vidal
(1)
La tarde del domingo
20 de enero Dody Vicente Sierra -de sólo 15 años de edad- caminaba junto a tres
amigos a orilla del río Tancochapa, en el municipio de Las Choapas.
El municipio
choapense es uno de los más extensos del territorio veracruzano y marca la
frontera de nuestra entidad con Tabasco, Chiapas y Oaxaca.
Tierra feraz, la de
Las Choapas es muy rica en recursos naturales de diversa índole.
Su fauna y flora
originales, empero, han sido relevadas por instalaciones de Petróleos Mexicanos
y la ganadería extensiva.
Recorrer su zona
rural es toparse con un paisaje asesinado.
La selva tropical muestra
poco a poco lo que fue su poderío.
Algunos reductos
sobreviven y se incrementan mientras se avanza hacia territorio tabasqueño,
pero sobre todo en dirección a Chiapas.
La mayor parte de la
selva que aún sobrevive se encuentra en el Uxpanapa.
Los últimos parches de
flora y fauna de los bosques y selvas tropicales mexicanos se encuentran en
esta región explotada de una manera torpe, salvaje y anti ecológica durante más
de un siglo.
Después de Las
Choapas, el siguiente espacio selvático fundamental para el continente
americano es la región de “Los Tuxtlas”; declarada Reserva de la Biósfera pero
cada día con menos árboles, plantas y animales como consecuencia de la tala
inmoderada que nadie es capaz de frenar.
Durante las próximas
décadas, de no detenerse este crimen la selva tropical del sur de Veracruz se
convertirá en pieza de museo.
Lamentablemente la
tendencia es hacia esa cruda posibilidad; ya concretizada en la mayor parte del
territorio sureño.
La explotación
incorrecta de la naturaleza se ha traducido –como lógica consecuencia- en la pobreza
ampliamente extendida en los municipios del sur de Veracruz.
Las Choapas, por
ejemplo, alberga comunidades indígenas que viven en condiciones de pobreza
extrema.
(2)
Cuando Dody Vicente
Sierra y sus amigos caminaban junto al río Tancochapa observaron un par de
patrullas de la Secretaría de Seguridad del Estado.
Los policías habían
sido alertados sobre la presunta presencia de abigeos en aquel; marcaron el
alto a los cuatro muchachos y éstos –instintivamente- corrieron.
Los policías
reaccionaron disparando sus armas de fuego.
No se puede
describir el terror que sintieron los chamacos al escuchar las detonaciones;
sólo baste decir que optaron por arrojarse al río Tancochapa; un afluente
bravío, de un caudal feroz.
Los amigos de Dody
salieron del agua y fueron detenidos por los policías estatales.
Ricardo Jiménez
Ramos –de 16 años de edad- narra lo vivido:
“A mí me agarraron
primero; me golpearon, me taparon la cara; sólo escuché que mi amigo pedía
ayuda y nadie lo ayudó”.
(3)
Ante la falta de
apoyo, Dody Vicente Sierra se perdió en las profundas aguas del Tancochapa.
Su cuerpo flotó tres
días más tarde.
Un pescador lo
encontró a un kilómetro de distancia del sitio en el que solicitó la ayuda que nadie
le dio.
(4)
El mismo día que el
cuerpo del pequeño Dody finalmente recibió ayuda, la ciudadana francesa
Florence Cassez abandonaba el Centro Femenil de Readaptación Social en la
ciudad de México.
Luego de permanecer
siete años presa por secuestro y a pocas horas
de haber recuperado su libertad, Cassez subió a un avión y regresó a
Francia.
En forma paralela la
familia de Dody colocaba su ataúd frente a la Agencia del Ministerio Público de
Las Choapas, a cargo de Alejandrino Martínez Arroyo.
Dody no era
secuestrador, abigeo, ni nada por el estilo; sólo salió a caminar junto al río
en cuyos alrededores vino al mundo.
Su familia exigió y
exigen sólo una cosa: justicia.
(5)
Ayer –jueves 24 de
enero- Florence Cassez ofreció una entrevista a la televisión francesa; a la
que narró su odisea por suelo mexicano.
La familia de Dody
Vicente Sierra lo llevó al panteón.
Ayer mismo, se
retiró de la Agencia del Ministerio Público de Las Choapas a Alejandrino
Martínez Arroyo.
No hay –hasta ahora-
un solo policía detenido.
Tampoco existe la
certeza de que el ex fiscal enfrente proceso legal alguno por este caso o se
vaya a quedar sin empleo.
Usualmente, esta
clase de situaciones sólo llevan a la reubicación del funcionario en otra plaza
y al carpetazo del tema, para evitar el juicio a los gendarmes que causaron la
muerte de un niño de 15 años de edad.
(6)
¿Y si en lugar de
Las Choapas, Dody Vicente Sierra hubiera nacido en París?