CLAROSCUROS
José Luis Ortega
Vidal
(1)
Colocados en la recta final para definir
candidaturas a presidencias municipales y diputaciones locales, los grupos de
poder dentro de los distintos partidos políticos dialogan, se reúnen en el café
para “muestrearse”, organizan conciliábulos en los que arman y desarman la
historia por venir en el pueblo que les corresponde; pero sobre todas las
cosas: rezan, rezan mucho, rezan mañana, tarde y noche para ser “los elegidos”.
(2)
Impresiona cómo la añeja política priista de
los “amarres”, de las “negociaciones”, del abandono de barcos para cambiar de
camiseta antes de llegar a la lancha vecina, de la falsedad ideológica, del
disfraz y la careta, del egocentrismo y el egoísmo por encima de toda búsqueda
de servir, se imponen en la clase política de hoy.
En toda, sin excepción alguna; de izquierda a
derecha; de arriba para abajo; del llano rural al conglomerado urbano; del
modesto caserío que por razones históricas es considerado una cabecera
municipal a la capital de lo que sea: la industrial, la política, la comercial,
la turística, etcétera.
(3)
Gerardo Buganza Salmerón, un orgulloso
cordobés de blanca piel y católica conciencia, representa en el Veracruz actual
el ejercicio político que se liga –sin pena y mucho menos vergüenza- al cambio
de piel a conveniencia.
(4)
Lo que es el destino: los caminos de dos ex
candidatos a la gubernatura jarocha se cruzan en un espectáculo de humor negro
y conviven por debajo del agua, a pesar de que en el proscenio lucen obligados
a pararse juntos pero darse la espalda, como desdeñándose.
Es de hilaridad observar a Gerardo Buganza
junto a Miguel Ángel Yunes que –por razones “del qué dirán”- no ha llegado al
extremo de apersonarse en el gobierno actual, pero cuenta para ello con el
apoyo de su alter ego: Enrique Ampudia Melo.
(5)
Y así andan las cosas por el territorio
veracruzanos, entre perredistas, panistas, priistas, panelistas, pvemsistas,
cardenistas y todos los “istas” que haya oportunidad de pegar a la ubre
electoral en lo que reste del proceso.
(6)
Coatzacoalcos no es la excepción.
Ex priistas ambos: Rafael García Bringas y
Gonzalo Guízar Valladares se reúnen en espacios públicos para darle “carroña” a
los zopilotes del “chisme”, del “rumor”, del “lleva y trae” en los corrillos
periodísticos, partidistas, de los grupos y los subgrupos de poder.
(7)
- Que
Gonzalo volverá al PRI, le comenta el reportero al oftalmólogo que recién cobró
la última quincena en el palacio de San Lázaro.
- No.
Gonzalo no regresará al PRI. Se queda en el PAN, afirma –muy seguro de sí
mismo- García Bringas.
(8)
- ¿Y
cómo irán. Usted de diputado y Gonzalo de presidente?
- Será
lo que digan los militantes del PAN. A mí nadie me dice cómo voy; yo nomás
respondo a lo que digan los militantes, suelta el ex Síndico y ex Alcalde en
aquellos años de camiseta tricolor.
Por cierto, se habla mucho de la posible
alianza entre PAN y PRD; manifiesta –entusiasmado- el doctor Rafael. Hablé con
(Gustavo) Madero –líder nacional del PAN- y le pregunté sobre eso de las
alianzas. Me dijo que si en la Cámara se pudieron sacar decisiones entre el PRI
y el PT que son tan distintos y rivales políticos, pues todo se puede lograr.
- ¿Si
Rocío Nahle (PRD) va de candidata a la Presidencia usted aceptaría ir de
Síndico?
- Haremos
lo que los militantes digan, fue su lacónica respuesta.
(9)
Alguna vez separados, confrontados,
distanciados, enemistados por visiones distintas de lo que debe ser el
ejercicio del poder, el camino a seguir en la construcción del país; los
políticos actuales lucen pragmáticos, descarados, desnudos, alejados del pudor,
dispuestos a lo que sea con tal de obtener el poder.
La política jarocha de los tiempos actuales,
es una suerte de representación de “La Tertulia”, esa inolvidable canción de
“Chava” Flores:
La otra noche fui de
fiesta en casa de Julia,
se encontraba ya
reunida la familia:
Mari-Pepa, Felícitas,
Luz y Otilia,
y Camila que alegraba
la tertulia.
Mientras Lupe daba al
niño su mamila
doña Cleta pidió una
botella a Celia,
nos formó a los de
confianza dos en fila
y brindamos con
charanda de Morelia.
Después Amelia, puso
la vitrola
y le tupimos a la
danza, ahí hechos bola;
había un cadete que
celaba a Chelo,
mas la canija con
Gaspar se daba vuelo.
(10)
Caray.
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