CLAROSCUROS
José Luis Ortega
Vidal
(1)
El 21 de marzo
del 2002, en la ciudad de Monterrey se llevó a cabo la Cumbre de la
Organización de la Naciones Unidas (ONU) sobre el Financiamiento para el
Desarrollo.
Aquel evento es
más recordado por la orden del presidente Vicente Fox: "cenas y te
vas" -lanzada vía telefónica a su homólogo cubano Fidel Castro Ruz- que
por los acuerdos signados por los mandatarios participantes.
(2)
Otro día 21
-pero éste en el mes de septiembre del 2005,- el ex gobernador de Guanajuato,
amigo intimo de Vicente Fox y a la sazón Secretario de Seguridad Pública del
gobierno federal: Ramón Martín Huerta, murió cuando el helicóptero Bell 412-EP,
matrícula XC-PFI, en el que se dirigía a abanderar a nuevos custodios
del penal de La Palma (antes Almoloya), se estrelló en el paraje montañoso de
Llano Largo, La Cima o Cumbres Las Penas, cerca de San Miguel Mimiapan, en el
municipio Xonacatlán; estado de México.
(3)
Juan Camilo
Mouriño -primero de cinco Secretarios de Gobernación en el sexenio del
presidente Felipe Calderón- murió el 4 de noviembre de 2008, cuando volvía a la
Ciudad de México después de una gira por San Luis Potosí.
El avión Learjet
45 matrícula XC-VMC en que viajaba Mouriño -personaje clave en el andamiaje del
poder de su amigo Calderón- se estrelló en una zona densamente poblada al
poniente de la Ciudad de México.
A los pocos días
de la muerte de Mouriño los periodistas Pablo Jair Ortega, Vicente Martínez
Blanco y un servidor entrevistamos en Veracruz al periodista, investigador; en aquel
entonces reportero de la revista PROCESO y hoy director de la revista
Variopinto: Ricardo Ravelo Galo.
Grabada en
video, nunca hecha pública y extraviada, en aquella entrevista Ricardo Ravelo
lanzó en forma directa su hipótesis de que el avión en que viajaba Juan Camilo
Mouriño había sido boicoteado.
Oficialmente
aquel caso está cerrado.
Las autoridades
nunca han aceptado otra versión que no sea la de un accidente.
Lo cierto es que
-accidentado fatalmente o asesinado-, Juan Camilo Mouriño marcó con su ausencia
y antes de concluir su segundo año, el sexenio de Felipe Calderón.
Muchos de los
acontecimientos que se suscitarían en el país desde entonces a la fecha -entre
ellos el fracaso electoral del panismo en su segundo intento por refrendar su
estancia en Los Pinos- fueron influenciados por aquel deceso.
A Felipe
Calderón le mataron su "gallo" y nunca pudo sustituirlo; es una frase
que circula en el México de hoy.
(4)
Luego vino la
tercera muerte de un Secretario de Estado en el escenario de los doce años del
Partido Acción Nacional en el poder.
El viernes 11 de
noviembre del 2011, el cuarto Secretario de Gobernación durante el gobierno de
Felipe Calderón murió en un nuevo accidente de dudoso origen.
Una vez más se
trató de la caida de un artefacto de vuelo. De nuevo fue un helicóptero. La
víctima se llamó Francisco Blake Mora, quien falleció al caer la nave en que
viajaba sobre un paraje entre el estado de México y el Distrito Federal.
(5)
"El Quinazo"
-aquel célebre operativo del ejército y la procuraduría general de la República
realizado el 10 de enero de 1989 en el domicilio de Joaquín Hernández Galicia
(a) "La Quina", en Ciudad Madero, Tamaulipas- constituye otro
referente a propósito de la forma, el lenguaje, las reglas con que opera el
sistema político en México.
Cacique del
sindicato petrolero, "La Quina pateó el pesebre" se diría y
recordaría por siempre a propósito del encarcelamiento -por acopio de armas y
la muerte de un agente del ministerio público federal- de Joaquín Hernández
Galicia.
Al hombre que de
humilde obrero al servicio de Petróleos Mexicanos llegó a convertirse en un
todopoderoso multimillonario líder de los trabajadores de la paraestatal, se le
recuerda en Poza Rica, en Veracruz y en todas las entidades donde hay secciones
del STPRM, como el presunto autor intelectual de las muertes de Heriberto Kehoe
Vincent y de Oscar Torres Pancardo.
Ambos personajes
fueron dirigentes de la Sección 30 del sindicato petrolero y pasaron de ser
aliados de Hernández Galicia a enemigos suyos, en sus deseos de relevarlo en el
poder sindical nacional.
Heriberto Kehoe
Vincent --con ascendencia irlandesa- fue ultimado a balazos el 28 de febrero de
1977, a manos del sicario Antonio Madriga y mientras comía en el restaurant
"El Chalet", en Poza Rica.
La versión
oficial indica que el asesino fue un ex trabajador petrolero al que dieron de
baja en PEMEX.
No hubo modo de
preguntarle a don Antonio Madrigal si esa fue la causa del asesinato porque los
guaruras del "güero" Kehoe lo mataron a los pocos segundos de su
crimen.
Por su parte,
Oscar Torres Pancardo -en aquel momento Presidente Municipal de Poza Rica-
murió el 8 de septiembre de 1983 a causa de un supuesto accidente suscitado en
la carretera México-Poza Rica, en algún lugar de la sierra de Puebla.
Igual que Kehoe
Vincent, el malogrado alcalde Torres Pancardo surgió politicamente del gremio
petrolero y fue líder de la Sección 30; durante una época considerada entre las
más importantes del STPRM a nivel nacional.
(6)
La lista es muy
larga.
Uno de las
escasas muertes reconocidas por tirios y troyanos como crimen de Estado, es la
de Luis Donaldo Colosio Murrieta; candidato presidencial victima de un complot
el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas; una colonia miserable elegida ex
profeso para el atentado en Tijuana, Baja Callifornia Norte.
(7)
A propósito de relevos sin sangre en espacios de poder vale
recordar la salida "voluntaria" de Carlos Jonguitud Barrios de la
dirigencia nacional del sindicato magisterial, ocurrida el 23 de abril de 1989;
a tres meses y trece días del "quinazo".
Carlos Jonguitud Barrios salió de la dirigencia del SNTE tal y como
llegó: de la mano de un Presidente.
En 1974, Jonguitud se convirtió en Secretario General del sindicato
magisterial. Lo hizo con el apoyo de Luis Echeverría Alvarez, quien le quitó el
poder a Manuel Sánchez Vite y Jesús Robles Martínez.
Más allá de la leyenda urbana de que Jonguitud Barrios le habría dicho
a Carlos Salinas de Gortari: "yo entiendo nomás con una cachetadita";
lo cierto es que la lista de salidas sangrientas o relativamente pacíficas del
poder político en México incluye a hombres y mujeres que "han servido al
sistema".
En este sistema los hombres y mujeres del poder son objetos
desechables. Utiles son encumbrados; endiosados; enriquecidos hasta la
ignominia. Rebeldes o inutilizados por un error -o simplemente porque las
circunstancias están en su contra- son defenestrados; encarcelados;
perseguidos; asesinados y olvidados.
La frase "servir al sistema" significó durante siete décadas
estar al servicio del PRI.
Sin embargo, durante dos sexenios el Partido Acción Nacional no generó
cambio alguno en este rostro de la cultura mexicana del poder.
Durante doce años el PAN alargó el priato y mostró su proclividad a
utilizar las mismas herramientas de control a base de corrupción, represión y
antidemocracia que prometió eliminar.
(8)
Esta condición permitió -por ejemplo- la permanencia de Elba Esther
Gordillo al frente del SNTE, el sindicato más poderoso de México al que llegó
en 1989 y en el que ha cumplido 23 años de cacicazgo; once bajo la alianza con
el PRI y doce de la mano de gobiernos panistas.
(9)
La Reforma Educativa impulsada por Enrique Peña Nieto atraviesa un
contexto signado por la historia del sistema de poder en México.
¿Cómo serán los próximos años para Elba Esther?
¿Le habrán hecho la pregunta obligada: cenas y te vas...o prefieres
un avionazo?
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