domingo, 20 de mayo de 2012

Héctor Yunes Landa, los años maravillosos.


Déjame que te cuente…
 Héctor Yunes Landa, los años maravillosos.
Por Sergio M. Trejo González.
La noche de hace unas noches andándome yo paseando por la oscuridad de nuestro parque central, escuché la algarabía propia de estos tiempos de campañas políticas. Curioso que soy me asomé, tantito, para conocer el motivo del relajo que se armaba y tuve la grata sorpresa de vislumbrar que se encontraba de visita por Acayucan el Licenciado Héctor Yunes Landa.
 Me puse lo más atento que se puede, dispuesto a escuchar los pormenores de su discurso. Lo escuche referir sus experiencias por la sierra de Zongolica, y otros lugares, donde la miseria permea los hogares de esos veracruzanos. Habló también de las propuestas que don Enrique Peña Nieto anda realizando a lo largo y a lo ancho de nuestra república: Que a los niños se les van a proporcionar lap tops para incorporarse al mundo cibernético; que si a los mayores de 64 años les van a conceder una pensión hasta que se mueran; que si a las madres solteras les van a proporcionar recursos para la leche de las criaturas.
Nooombre, se oía rete bonita la bulla y el relajo de la chamacada del ITSA, incorporada desde hace bastante rato a la campaña de los priistas en el distrito, por instrucciones de Juvencio de León, el flamante director que se la pasa más tiempo en los desayunos, concentraciones y mítines políticos, que en las instalaciones de la escuela, acompañado por una docena de catedráticos que no sé a qué hora se dedican a la enseñanza.

Un servidor, emocionado, observaba al candidato del PRI al Senado de la República, disertar con prestancia natural y excelente humor su pieza oratoria preñada de oferta. Decía, Héctor Yunes Landa, que a los jóvenes se las va a proporcionar su “primer empleo” saliendo de su carrera para salvar ese requisito de experiencia laboral.

Contento y feliz por la panacea que se ofertaba en la terraza del parque Juárez, a media semana de la segunda quincena de mayo, mi corazón se volvía niño recordando los años de infancia, cuando escribíamos la emblemática cartita a los Reyes Magos y, como la nostalgia es oportunista y abusadora, se me colaron algunos pasajes de juventud.
 Ahí estaba el Héctor Yunes Landa, aquel que fuera miembro de una  generación que estudiara en la facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana entre los años 1977 a 1980. Era el mismo que caminaba por los pasillos de la heroica escuela de jurisprudencia de nuestro estado y que ocupaba pupitre entre Pedro Olea Bretón, Miguel Medina, con Matato, con Mazahua, con “La Chica”, Manolo, Roberto Moreno. Genaro Gómez Tadeo, Francisco Tenorio Martínez, Alberto Mijangos Martínez. Eran un chingo de condiscípulos. Tantos que resulta imposible para cualquiera recordar tantos nombres y tantos rostros. Creo que hasta Nunki del Carmen Aguilar Olivera, estaba en ese Grupo “B” donde Héctor Yunes pintaba para ser el político sobresaliente que es ahora.
 Se postuló y obtuvo, en esos tiempos, la dirigencia del FIREV, un organismo que agrupaba a los estudiantes jarochos radicados en Xalapa. Era, Don Héctor Yunes, un alumno brillante. El primer lugar de todos, en los cuatro años. Sacaba puro diez. Su nombre salía en los cuadros de honor como el mejor. Cultivaba la amistad con los grandes del plantel, como el propio director Mauro Loyo Ramos, a quien lo vi regalarle una hermosa pluma, doradita en la punta. Lo vi “con mis propios ojos” porque, cosa de la circunstancia yo andaba por ahí; coincidimos también en el Servicio Social, que cumplimos en la Secretaría de la Cuarta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado, bajo el escrutinio del Licenciado Antonio Herrera Acosta, quien actualmente se desempeña de manera eficiente en la defensoría de oficio algún Juzgado de Coatzacoalcos. Repaso que llegamos a esa dependencia  de nuestra suprema magistratura, un servidor por encargo del Licenciado Julio Cruz Cortés, y Héctor Yunes obtuvo su lugar, por recomendación del magistrado Manuel del Rio González. El tiempo aquel se terminó... Cada quien por su rumbo.
He sabido que el licenciado Yunes Landa  se especializó en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas en España e hizo un posgrado en Administración Pública y Análisis Político en Inglaterra; también se le ubica, en cierta publicidad local, como alumno de la Universidad de Washington; en fin, que se ha desempeñado como Subsecretario de gobierno, Secretario particular del Gobernador anterior; diputado federal por Xalapa, diputado local  por La Antigua y Presidente del PRI Estatal, entre  otras actividades.
Debo confesar que me causó satisfacción volver a mirar, la noche de anoche, a Héctor Yunes Landa. Lo escuchaba de nuevo elocuente y vibrante, como en sus mejores tiempos estudiantiles; los años no pasan en vano pero don Héctor no pierde su toque, se conserva fresco cuando argumenta, analiza y expone, coloquialmente sus reflexiones. Más grillo que nunca. Mantiene su atrevimiento y penetración, lanza de manera inteligente sus guasas. Es su estilo para cabulear, para ganar confianza y capturar la atención. Para que lo recuerden a la hora de sufragar. Protege intactas las estrofas de su discurso, conforme a su temperamento de líder. Como en aquella mañana de enero de 1981, fecha cuando nos entregaron la carta de pasante a los integrantes de aquella Generación de Licenciados en Derecho, de la que nos vamos haciendo menos…Héctor Yunes Landa, retomo: Fue el alumno encargado, durante la ceremonia de graduación (realizada en la sala del teatro del estado) para dirigir las palabras en nuestro nombre  a los padres de familia, a los catedráticos, a la dirección y al ciudadano Gobernador, don Agustín Acosta Lagunes.
Por eso me produce agrado significar la visita de Héctor Yunes Landa, por Acayucan. Es agradable volver, de vez en cuando, la mirada para atrás, respirar profundo al contemplar los años maravillosos. Tiempo, cuando las ilusiones podían tocarse con los dedos…

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