Víctor García, Sergio Rodríguez y Franco Castán, acusados de extorsionar a una regidora electa de Cosoleacaque.
CLAROSCUROS
José Luis Ortega Vidal
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Lejos de consolidarse como una opción partidista seria -representativa
de un pensamiento de izquierda moderno y fiel a su espíritu de justicia social-
el PRD en Veracruz se ha convertido en un mercado donde comprar y vender
espacios de poder es asunto cotidiano.
Este martes acudirá al programa “La Noticia en el Café” de Olmeca TV la
militante perredista Juana Dávila Reyes, regidora electa en el municipio de
Cosoleacaque.
El domingo pasado -10 de noviembre- la edil señaló ante periodistas de
Coatzacoalcos que Sergio Rodríguez Cortés –dirigente estatal- Rogelio Franco
Castán –ex diputado local- y Víctor García –ex candidato a la alcaldía de
Cosoleacaque- la han hecho víctima de una extorsión.
En forma directa, la quejosa acusa a Víctor García de haberle pedido la
firma de un pagaré por más de 200 mil pesos, a cambio de “respetar” su posición
como próxima regidora en el Cabildo cosoleacaneco.
El pasado 7 de julio la alianza PRI/PANAL/PVEM se alzó con el triunfo
en los comicios municipales y Ponciano Vázquez Parissi será el nuevo alcalde de
Cosoleacaque.
Víctor García perdió pero de acuerdo al señalamiento en su contra no
está dispuesto a renunciar a los “beneficios” económicos que –supondría-
representa un Ayuntamiento.
Juana Dávila Reyes contará detalles sobre esta historia –y deberá
mostrar pruebas sobre su dicho- en un programa televisivo que se transmite en
vivo de lunes a viernes entre las 8 y las 9 de la mañana, en 10 ciudades del
sur veracruzano.
Por lo pronto, en voz de su compañero militante Juan Montes de Oca
López -quien se presenta como Presidente del Consejo Estatal del PRD- doña
Juana acusa a sus correligionarios perredistas de corruptos y extorsionadores.
El tema de los nombramientos, los reconocimientos, los
desconocimientos, los golpes legales e ilegales que forman parte de la cultura
política en el perredismo, es asunto aparte.
De modo tal que nos referimos a cada personaje de esta historia con el
membrete que ellos mismos exhiben.
La Ley, por fortuna, está lejos del control del PRD y en ese sentido
los pleitos entre militantes del partido del sol azteca tarde o temprano
terminan en manos de un juez.
Hacia allá -al parecer- se dirige la queja de Juana Dávila Reyes, quien
aprecia en Sergio Rodríguez Cortés, Rogelio Franco Castán y Víctor García a un
trío de rufianes que habrían visto en los próximos cuatro años de su gestión
edilicia un negocio por el que desearían cobrar por adelantado.
Y para defenderse –aparentemente- del mal accionar del susodicho trío,
la dama perredista ha encontrado apoyo en Juan Montes de Oca López.
(2)
Desde luego, podemos dudar de los dichos de la regidora electa de
Cosoleacaque respecto de sus compañeros perredistas y de la categoría moral y
política de Juan Montes de Oca López.
Sin embargo, son tantas las historias de corrupción que visten a este
partido, que el sentido común nos conduce a pensar que algo hay de cierto en
este desaguisado.
Incluso, la acusadora indica que además del pagaré por más de 200 mil
pesos, Víctor García le pidió firmar otros 24 documentos semejantes por diez
mil pesos cada uno y a cobrar en cómodas mensualidades a partir del enero del
2014, cuando los nuevos Cabildos entrarán en funciones en Veracruz.
¿Entrará la edil electa y acusadora en funciones?
Doña Juana afirma que el trío señalado ha iniciado trámites para
dejarla fuera del cargo otorgado por el electorado de Cosoleacaque.
Parafraseando un clásico de los tiempos de la dictadura perfecta
priista: doña Juana acusa a Sergio, Rogelio y Víctor de ladrones, no de tarugos
y éstos -de acuerdo a Juan Montes de Oca López- conocen los recovecos legales
que permiten los robos intra-PRD.
En fin, ya le contaremos –amable lector- el final de esta lamentable
historia del perredismo jarocho, alguna vez representante de eso que conocemos
como la Izquierda.
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